Gerald Hernández
En los últimos 50 años, justo desde cuando se lleva de forma ordenada las estadísticas en el beisbol nacional, solamente dos bateadores han sido capaces de pegar más de 20 jonrones y robar más de 20 bases en una misma temporada, que es una combinación reservada para jugadores especiales, pues se trata de sobresalir al mismo tiempo en dos categorías opuestas: poder y velocidad.
Juan Cabrera, considerado uno de los peloteros más completos en la historia de nuestro beisbol, fue el primero en lograrlo en 1993, cuando disparó 25 jonrones y estafó 22 colchonetas con el Rivas.
Desde entonces, hubo que esperar casi un cuarto de siglo, hasta que en 2016, Jem Argeñal envió 22 pelotas a las gradas y robó 20 bases con Chinandega, en una actuación sorprendente, pues aunque siempre se conoció de su poder, no había mostrado antes la faceta de corredor de bases. Al ver que la marca de Cabrera estaba al alcance, el chinandegano piso al acelerador.
Las marcas de Cabrera y Argeñal tienen un punto en común: una temporada de 100 o más juegos. Cabrera hizo lo suyo en 101 juegos y Argeñal en 102.
Ahora estamos en presencia de una campaña de 112 encuentros, así que ¿porqué no esperar que alguien sea capaz de convertirse en el tercer 20-20 de nuestro beisbol?
Los bateadores de poder usualmente no son veloces en las bases, y a los más rápidos les falta fuerza, pero hay uno que otro que combina ambas cualidades y aprovechando el torneo largo, podrían alcanzar el 20-20.
Quizá el principal candidato es Benjamín Alegría, quien además de crecer como bateador, este año no será el primer bate de los Dantos y tendrá más libertad como tercero en el orden.
Benjamín no es propiamente un bateador de poder, aunque en 2019 conectó 13 cuadrangulares en 64 juegos, y su máximo cifra de robos es de 17 en 2017. Así que tiene un poco de ambas cualidades y en una temporada larga, más el inventivo de lograr la marca, lo convierten en un candidato al 20-20.
Los veteranos Dwight Britton y Moncho Flores son dos opciones obvias, pues son jugadores dotados con las cinco herramientas.
Ambos tienen el poder para cruzar la barrera de los 20 cuadrangulares, incluso Britton ya lo hizo con 22 en 2014, mismo año en el cual robó 16 bases. Sin embargo, en las últimas campañas ha decrecido notablemente la actividad como corredor del costeño.
En el caso de Moncho, nunca ha dado más de 15 jonrones, ni ha robado más de 15 bases en su carrera, aunque nadie duda que tiene el potencial para hacer eso y más, y nuevamente si tomamos en cuenta al factor motivación por lograr una marca, podría obligarlo a sacar lo mejor de él.
¿Será Juan Diego Montes una opción? El guatemalteco de raíces nicas demostró que es un jugador completo en la Liga Profesional pasada. Debutó en Nicaragua en el Pomares anterior, subió su nivel en la Profesional y ahora en una nueva temporada del Pomares, podríamos ver lo mejor de él.
No hay dudas que tiene los ingredientes para brillar aquí, lo que falta por ver es sí impactará tanto como llegar a ser un 20-20. Hay que seguir sus pasos con el Rivas.
¿Tiene Jesús López para ser un 20-20? Se estrena en el Pomares con el Bóer, luego de siete años en las Ligas Menores, en donde mostró que puede pegarle lejos a la pelota. Sin embargo, los robos de bases será su mayor obstáculo. Lo mismo podría decirse de Wuillians Vásquez.
